jueves, 29 de octubre de 2009

Google, tu cotilla inteligente.


Las abuelas y analfabetos digitales que ya pensaban que no se podían inventar más cosas después de Google Wave se han vuelto a equivocar de nuevo. Esta semana la actualidad ha sorprendido a los incrédulos del mundo con el anuncio de la puesta en marcha del nuevo proyecto de Google, el Social Search.

Aunque está en fase de pruebas, el proyecto pretende enlazar los resultados habituales de su buscador con resultados extraídos del círculo de amistades de tus redes sociales. De este modo, el buscador te ofrece un apartado adicional de “resultados de tu red social”. Esto permite saber si algún amigo tuyo ha escrito algo sobre una peli que quieres ver o si ha colgado fotos de un viaje que quieres hacer, por ejemplo. Porque siempre nos fiaremos más de lo que nos diga un amigo que de lo que escriba cualquier desconocido del resto del mundo, por muy experto que sea.

El funcionamiento es sencillo. Hay que proporcionar a Google tus listas de amigos en las diferentes redes sociales para que solo publique información de esa gente que conoces. Evidentemente, Google ya se ha cubierto las espaldas con el tema más concurrente cuando hablamos de redes sociales, la privacidad. Sólo ofrece la información pública que los usuarios publican en la web.

Y diréis, “¿y todo esto para qué? Si algún amigo ha escrito sobre algo que me interesa seguro que ya lo sé”. Pues bien, en mi opinión la herramienta es útil precisamente porque parece que las redes sociales nos han hecho más sociales si cabe. ¿Cómo ibas a saber como les va la vida a los 500 "amigos íntimos" que tienes en Facebook? Probad a quedar con todos para “tomar algo un día de estos” y entenderéis el porqué de Google Social Search. Sólo es la penúltima perla de Google, amigos.

viernes, 23 de octubre de 2009

La Twitter-mania y la reputación empresarial.

Hace ya un par de años empezó a volar por la red un pajarito al que todos conocemos como Twitter. Para ser tan joven, parece que ha crecido a pasos agigantados, porque se ha convertido en una de las redes sociales más utilizadas en todo el mundo. ¿El secreto de su éxito? La posibilidad de actualizarlo desde el móvil tendrá algo que ver, aunque yo me inclino más por la naturaleza cotilla de la raza humana. Y es que Twitter te da la posibilidad de poder consultar los tweets de personajes famosos y saber que hacen en cada momento.

Sin embargo, ahora parece que están empezando a perseguir al enorme pájaro para cortarle las alas. El motivo es que Twitter es muy útil para los seguidores de algún actor o deportista famoso, pero también para los periodistas, que han encontrado en él una gran fuente de información para descubrir no sólo las intimidades de las celebrities, sino algunos secretos sobre su actividad profesional. Y cuando el límite entre lo personal y lo profesional se cruza, es cuando interviene el monstruo empresarial norte-americano.

Las limitaciones no han tardado en llegar. Es el caso de la
NBA y la NFL, que han prohibido a los jugadores utilizar las redes sociales antes, durante y después del partido. Lo han hecho para evitar que se conozcan disputas en los vestuarios de los equipos y para que los jugadores no hagan declaraciones “no autorizadas” en caliente después del partido.


Otro caso parecido es el de
Hollywood. Algunos estudios han empezado a prohibir a los actores por contrato el uso de redes sociales. Lo han hecho para evitar que den detalles sobre películas o series que todavía se están rodando, pero también para evitar escándalos entre sus actores, como es el caso de Ashton Kutcher y Demi Moore. Los dos actores, que son pareja, son unos adictos al Twitter y han llegado a colgar algunas fotos poco apropiadas como las que veis que no han gustado nada a los estudios.

La caza al pajarito no ha hecho nada más que empezar. ¿Quién será el siguiente?

viernes, 16 de octubre de 2009

Google Street View, el nuevo Gran Hermano

A estas alturas, hay poca gente ya en nuestro país que todavía no conozca el Google Street View. Es una herramienta que proporciona a sus usuarios imágenes reales de 360º de las principales ciudades del mundo. Esto te permite hacer una visita previa a cualquier parte sin tener que levantarte de la silla. El proyecto nació de las manos del todopoderoso Google el año 2007 y desde entonces ha ido creciendo sin parar hasta llegar a España en 2008.

Este proyecto es posible gracias a unos coches equipados con cámaras de fotos encima que recorren nuestras ciudades disparando sin piedad al estilo Rambo, llamados Google cars. Y por si los coches no pudieran pasar, se han sacado de la chistera unos triciclos que ya están tomando imágenes de las zonas peatonales que todavía quedaban ocultas a los ojos del mundo. Aunque curiosamente, parece que la calle en la que yo vivo no era del agrado de alguno de sus conductores, algo que me irrita especialmente.

En definitiva, lo que todo esto significa es que nada y especialmente nadie escapa de la mirada curiosa de Google excepto yo y mis vecinos. Evidentemente esto supone un problema de privacidad para el resto del mundo que en su día la compañía se encargó de resolver emborronando las matriculas de los coches y las caras de la gente. Y diréis: problema resuelto. Pues resulta que no. Desde hace ya un tiempo, circulan por Internet imágenes curiosas tomadas por las cámaras Street View. Y es que claro, los conductores de los Google cars no pueden estar en todo, suficiente trabajo tienen ya con conducir todas las calles de gran parte del planeta.


A la vista están los resultados de esos pequeños “despistes”, por llamarlos de alguna manera. Lo que me resulta todavía más gracioso es que las imágenes también nos descubren cosas sobre los conductores de los Google cars. Como ejemplos, podéis ver a un conductor que se desvía de la ruta para tomarse un Big Mac o a otro que para en el arcén en pleno desierto australiano para aliviar sus ganas de mear (se conoce que allí no andan bien de servicios públicos). Lo que nos demuestra que ni que seas uno de “los suyos” puedes escapar del gran ojo de Google.

Así que amigos, cuando hoy salgáis de casa andaros con cuidado, la amenaza circula por nuestras calles.

viernes, 9 de octubre de 2009

Empecemos con un poco de música


Parece que el panorama musical ha cambiado mucho durante las últimas décadas (decid conmigo: si abueeelo). Es cierto, soy un poco nostálgico. Hace muy poco, algunos podían presumir de tener las paredes del salón o de su propia habitación forradas de estanterías para lucir sus interminables colecciones de vinilos, cassettes o cd’s. Cuanto más altas fueran y cuanto más costara encontrar un cd en concreto mucho mejor. Eran otros tiempos.

Con la llegada del profeta Internet a nuestras vidas todo cambió sustancialmente. De repente, todos teníamos al alcance de unos pocos clicks la música que quisiéramos sin tener que pagar nada. Todo empezó el año 99 con un programa que seguramente recordareis llamado Napster. El programa era el primero de intercambio de música entre sus usuarios. Algo que enfureció bastante a las discográficas, que lo denunciaron y consiguieron acabar con él a finales del 2001. En sólo dos años de vida Napster consiguió más de 26 millones de usuarios. No hay duda que este nuevo fenómeno no había hecho nada más que empezar. Tomaron el relevo de Napster otros programas como e-Mule, Ares o Limewire, evidentemente sin que las discográficas pudieran hacer nada. Era su sentencia de muerte.

Sin embargo, ahora parece que el Imperio contraataca. Tras algunos años rompiéndose el coco para evitar que se hunda el barco de la industria discográfica, encontraron el modo. La solución era ofrecer exactamente lo mismo que sus enemigos. Es decir, escuchar música gratis en tu ordenador. Sin ninguna duda, una gran idea. Como vehículo para su propuesta encontramos muchas aplicaciones. Sin embargo, os voy a enseñar mis dos favoritas: Spotify y Musicovery.

Musicovery es una página web de música que funciona de modo parecido a Last.fm. La diferencia principal es que no requiere descargar ningún programa. La web te permite buscar música por géneros (jazz, rock, electrónica, clásica, etc), por época (desde los cincuenta hasta el presente), e incluso por ambiente (energético, relax, dark o positivo). De este modo el usuario puede escuchar muchas canciones relacionadas entre si por todas estas variables. Además, ofrece la posibilidad de comprar la música con enlaces a Amazon, iTunes y Ebay. La versión Premium te permite escuchar la canción que prefieras en cada momento y valorarlas para que puedas compartir tu opinión con otros usuarios.

Spotify es un programa por el que tengo especial debilidad. Fue lanzado en 2008 y ofrece una interminable biblioteca de música. La empresa tiene acuerdos con las discográficas Universal Music, Sony BMG, EMI Music y Warner Music. Esto permite a sus usuarios escuchar cualquier canción que quieran, cuando quieran y sin esperas a través de un buscador de artistas, títulos, álbumes, géneros y año de publicación. El único inconveniente es que hay publicidad – aunque muy poca – entre canciones y a través de banners. Además, algunos artistas como Los Beatles, Led Zeppelin y Pink Floyd no han querido ceder sus canciones. El programa ofrece algunas opciones interesantes como la valoración de los usuarios de las canciones, críticas de los álbumes escritas por profesionales, y la posibilidad de crear y compartir listas de reproducción. También tiene un apartado dedicado a los nuevos álbumes y artistas añadidos y sobre las canciones más escuchadas. Además ya tiene su versión para iPhone. En mi opinión, una genialidad.
Amantes de la música, crearos una cuenta y casaros con ella.

Bienvenidos frikis de Internet

Eso es. Os doy la bienvenida a todos a Píxel y aparte. Este es un espacio para descubrir todo lo que queráis sobre Internet y las nuevas tecnologías. Mi intención es dar a conocer algunas de mis webs, aplicaciones y programas favoritos para que podáis disfrutarlos igual que yo, y a la vez reflexionar sobre cómo algunos de ellos han cambiado nuestras vidas. Pongámonos en marcha.